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Historia de una librería.
“Llamadme Sergi. Hace ocho años, con muy poco dinero en el bolsillo, y sin nada que me atara a mi vida laboral anterior, pensé en abrir una librería por ahí, para conocer los océanos del mundo del autónomo”. Y así es como nació Llibreria LiberActio, en la zona de La Sagrera de Barcelona y en un pequeño local de poco más de cuarenta metros cuadrados, un maravilloso 16 de enero de 2017.
Por aquel entonces contábamos con unas tres mil referencias entre libros y películas. Poco a poco, hemos ido ampliando nuestra pequeña despensa de cultura añadiendo también un poquito de música a nuestras vidas. Hoy disponemos de cerca de catorce mil productos perfectamente catalogados en nuestra base de datos.
Los inicios no fueron fáciles, los gastos, que no eran pocos, afloraban por doquier y con mucho esfuerzo, perseverancia y mucho sacrificio, conseguimos llevarlo a buen puerto. Y os preguntaréis… ¿Por qué habla en plural? Pues bien, porque este pequeño reino de cultura no habría sido posible sin el constante apoyo-consejo-opinión-etc. de Montse, el amor de mi vida; reconozco, pues, que en muchas ocasiones –en verdad la gran mayoría por no decir todas– me ha dado el empujoncito para adaptarme a la realidad y realizar los cambios necesarios.
Al principio de esta andadura, la tienda física era todo lo que ofrecíamos (la clásica librería con todo tipo de libros y en todos los estados inimaginables, pero no era suficiente). En la actualidad, la venta por internet se ha convertido en un puntal muy importante del negocio porque, además de nuestra tienda online, estamos presentes en cuatro importantes plataformas de venta online en esta inmensidad que llamamos internet, y esto, hayamos querido o no, ha salvado en más de una ocasión del cierre con los consecuentes dolores de cabeza, cálculos de pros y contras, y demás alteraciones de nuestra salud mental.
Pero centrémonos en lo positivo, que para eso estamos aquí.
Lo positivo es, entre otros factores, que continuamos contando con clientes fijos, cuyas visitas iluminan el incierto camino del pequeño negocio. Contamos también con verdaderas joyas en libros, películas y en cds de música. Contamos también con una valiosa experiencia de la que hemos aprendido y que nos ayudará a continuar este camino, quién sabe si hasta nuestra jubilación o hasta que el cuerpo aguante.
Otro factor positivo es la emoción, la ilusión de recibir constantemente libros, películas y cds de música de todos los tiempos, que evocan recuerdos y vivencias que marcaron nuestras vidas (¿recordáis los libros responsables de vuestra afición a la lectura? ¿Las películas que veíais en el cine con los amigos y la familia y que os impulsaban a imaginar que erais vosotros mismos los protagonistas? ¿La música que sonaba mientras no podíais apartar la mirada de sus ojos?) Pues esto es lo que vivo a diario en mi pequeña librería y, pese a las dificultades y obstáculos que surgen, no lo cambiaría por ningún otro trabajo…
[Aquí podéis parar de leer y recordar vuestras vivencias, tengáis la edad que tengáis porque, lo maravilloso de la vida es que no nos pueden arrebatar nuestros más preciados recuerdos.]
Y podría continuar con cientos y cientos de historias, contar anécdotas vividas en todo este tiempo –que las hay y de todo tipo de formas y colores–, pero eso me lo guardo en un cajón de mi mente por si algún día me decido a escribir mis memorias, entre venta y venta, con la música de fondo de Mecano, Queen o Blondie.
Por último, pero no menos importante, me gustaría hacer mención de un hecho acaecido en 2020 y que nos puso las cosas muy difíciles –a todos–. La historia ya la conocéis. Por aquel entonces nos dejaron muchos y eso no debemos olvidarlo. Una parte de LiberActio se fue con ellos; la parte que queda, los conservará en su memoria porque sabemos que un libro, una película o una canción, ayudará a mantenerlos vivos en nuestra memoria.
Gracias por estos años y continuamos adelante…